La expresión fintech se usa para definir una industria y es el acrónimo de las palabras ‘finance’ y ‘technology’. Surge de esta unión e integra todas aquellas empresas de servicios financieros que utilizan las tecnologías para ofrecer productos y servicios financieros innovadores. La fintech está rápidamente cambiando por completo el sector de las finanzas tradicionales, modificando las muchas formas de realizar nuestra operativas financieras, tanto a nivel de particulares como de empresas. ¿Se te ocurre alguna?
No te preocupes, en este post vamos a recopilar los tipos de fintech presentes en Europa. ¡Empezamos!
6 fintech en Europa
Su desarrollo en Europa es muy prometedor, donde el tamaño de la industria va creciendo de manera exponencial. El secreto de su desarrollo está en la intermediación de las finanzas en diferentes escenarios: préstamos, compras y ventas del comercio electrónico, inversiones, transferencias y mucho más.
Las caídas son, a veces, más fructíferas que el éxito. Y esto es lo que ocurrió con el banco de inversiones Lehman Brothers tras la gran crisis vivida desde 2008. A partir de aquel momento, empezaron a aparecer numerosas empresas alternativas de inversión y financiación para solucionar el vacío que había dejado la banca tradicional.
Te mostramos los tipos de fintech más relevantes en Europa:
- Fintech para solicitar dinero. Algunas permiten la financiación no bancaria en empresas, sin necesidad de avales ni garantías personales. Un ejemplo: Finanzarel.
- Fintech para invertir el dinero del que disponemos. Son aquellos sistemas que nos permiten rentabilizar nuestra cartera y obtener más por nuestro dinero. Por ejemplo: las aplicaciones para invertir en criptomonedas, como el Bitcoin.
- Fintech para procesar todos los pagos del comercio electrónico. Existen pasarelas de pago que integran diferentes ofertas de pago omnicanal y autorizan pagos a negocios online con el fin de facilitar el proceso a sus clientes. PayXpert podría ser un buen ejemplo.
- Fintech de financiación alternativa. El ejemplo más popular es el Crowdfunding, una fuente de financiación a la que recurren muchos negocios y freelancers durante las épocas de crisis. Los emprendedores cuelgan sus proyectos y la cantidad de dinero requerida para llevarlo a cabo en plataformas online. Un ejemplo: LowPost o Freelancer, para redacción de contenidos de manera autónoma.
- Fintech de financiación a través del Crowdlending. En estas fintech, un solicitante pide un préstamo colectivo con condiciones más flexibles que las bancarias a cambio de devolver todo el dinero más algunos intereses. Se elimina la intermediación bancaria y el proceso es mucho más ágil y sencillo. Ejemplo: LendingClub.
- Otras fintech. Existen muchas otras empresas que ofrecen servicios financieros a través de la tecnología. El abanico es muy amplio: domiciliaciones y remesas, asesoría, gestión de gastos, medios de pago, de verificación de identidad, para la seguridad y el fraude, etc.
Aunque su crecimiento ha sido lento y a los consumidores les cuesta confiar en las nuevas tecnologías, gracias a las regulaciones legales se han ido consolidando en el mercado de las finanzas, hasta multiplicarse cada año.
¡Los usuarios van perdiendo el miedo y ganando confianza en las finanzas a través de empresas fintech!
Oportunidades del comercio electrónico con las fintech
Las tiendas online y las tecnologías financieras tienen algo en común: el escenario online. Y eso hace que encajen a la perfección. De hecho, muchas fintech se han desarrollado pensando en el comercio electrónico, como sucede con las pasarelas y métodos de pago, quienes permiten al negocio online:
- Reducir el nivel de fraude con tarjetas de crédito.
- Ofrecer métodos de pago ajustados a su negocio y a sus clientes.
- Atraer nuevos clientes potenciales, tanto a nivel nacional como internacional.
- Garantizar la seguridad de los datos.
- Agilizar los cobros.
- Mejorar la experiencia de compra de los consumidores.
- Disponer de plataformas de control y gestión de datos en tiempo real.
- Centralizar todos los canales de pago en una única plataforma.
Ahora, durante el confinamiento, tanto las fintech como el eCommerce han crecido exponencialmente. No solo en Europa, sino también al otro lado del charco. Algunas compañías latinoamericanas han incrementado su uso y desarrollo, convirtiéndose en la oportunidad perfecta para romper las barreras de su uso. En México, por ejemplo, se ha producido un gran auge durante los meses de confinamiento. En otros países como Colombia, el Gobierno ha anunciado su alianza con la fintech Tpaga para ayudar a las familias más vulnerables.
Los beneficios de las fintech en las empresas europeas
Son muchísimas las ventajas que podemos encontrar en la tecnología fintech para las pymes. Las startups tecnológicas están marcando un antes y un después en el comercio, aprovechando las tecnologías más modernas para crear servicios financieros digitales. Es una revolución en la experiencia del cliente que aporta:
- Mayor flexibilidad. Gracias a la construcción de nuevos flujos de trabajo más ágiles, lo que permite almacenar datos, realizar operaciones a través de la financiación alternativa, entre otras cosas. Opera donde y cuando quieras.
- Ahorro de costes. Permite la gestión automatizada, por lo que no solo se ahorra dinero, sino también tiempo.
- Eficiencia. Gracias a la automatización, se ofrecen servicios más concretos y enfocados en conseguir resultados. Además, también permite mejorar el análisis de los procesos en detalle.
- Transparencia. Si aplicamos estas tecnologías al mundo de las finanzas de nuestra empresa, aumentamos la capacidad de gestionar de manera rápida y transparente.
- Permite operar con otros países. Al usar los métodos locales de países como China, aumentamos la posibilidad de atraer este mercado y romper con la rigidez del sector financiero tradicional.
- Regulación europea de los servicios de pago electrónicos a través de la PSD2. Con esta medida se pretende aumentar la seguridad de los pagos en Europa, así como promover la innovación y favorecer la adaptación de los servicios bancarios a las nuevas TIC.
En definitiva, el sector financiero está viviendo un cambio de paradigma en las soluciones que ofrece, de manera que encontramos grandes diferencias entre este y las fintech. El tradicional es mucho más rígido, donde los usuarios deben adaptase a los servicios disponibles; la gestión es manual, lo que supone mayor lentitud y posibilidad de cometer errores; e inmovilismo, debido a su estructura.