¿Dónde se usan los sistemas de pago invisibles?

No tengo el dinero justo. Tengo que esperar demasiado tiempo en la cola, no encuentro la tarjeta… Y ahora ¿qué he hecho con el ticket? 

¿Cuántas veces te has encontrado con una situación similar? Es el mundo de los pagos físicos. Estamos todavía en pleno proceso de sustitución de billetes y monedas por tarjetas de crédito, débito y monederos electrónicos. Ya sabes, toda esa revolución que se desencadenó a raíz de las tecnologías digitales en el sector financiero. Y sin haber completado todavía este proceso, ya se habla de los pagos invisibles. 

Son tendencia e introducen una nueva dimensión que va más allá de lo que conocíamos hasta ahora. Los sistemas de pago invisibles nos permiten hacer compras sin utilizar dinero en efectivo o medios de pago físicos. Y mejor aún, ni siquiera necesitas sacar el smartphone o la tarjeta del bolsillo. 

Por difícil que parezca, estos métodos de pago ya se han convertido en una realidad a través del pago por reconocimiento facial, dactilar o de voz, entre otros. A continuación, queremos contarte cuáles son los más populares y dónde se están utilizando. 

¿Vienes con nosotros?

Uso de los pagos invisibles: ¿quién, cuándo y dónde?

Podríamos responder a estas preguntas en una sola respuesta porque, en realidad, cualquier comercio que quiera abrir sus puertas a los usuarios del nuevo mundo, actualizados y necesitados de agilizar sus procesos de pago, pueden ofrecer estos métodos. Un restaurante, una tienda de ropa, un pequeño comercio, un supermercado, una tienda online… En el uso de las fintech no existen las barreras.

Un ejemplo reciente es el del BBVA, quien está desarrollando métodos de pago basados en tecnología biométrica para hacer invisible el pago en comercios. “Ha empezado a utilizarlos en las cafeterías y restaurantes de Ciudad BBVA, gestionados por Sodexo. Más de 1000 empleados ya usan una App para automatizar los pagos y se han iniciado las pruebas con un sistema biométrico de reconocimiento facial basado en la tecnología de la startup Veridas, creada por BBVA y Das-Nano en 2017”. Así lo comunicó la compañía a principios de año. 

Algunos de los sistemas de pago invisibles más populares hasta el momento son:

• Selfie Pay. Se puede pagar por la cara.
• PCI UVR. Y por la voz.
• Microchip. Y hasta desde lo más profundo de nosotros. 
• Realidad Virtual (VR). Aceptando pagos con tarjeta una vez introducidos los datos. Seguridad garantizada. Haz clic aquí para conocer otras curiosidades del pago virtual.
• Blockchain. Registrando cada operación en un bloque imposible de modificar y eliminar. Máxima transparencia.

Todos estos métodos están pensados para ofrecer la mejor experiencia de compra al usuario y son una oportunidad única para las empresas. ¿Quieres diferenciarte de la competencia? Aprovecha la oportunidad que te brindan los sistemas de pago invisibles y hazlo realidad. 

Ventajas de los sistemas de pago invisibles 

Estos sistemas ofrecen un sinfín de mejoras, tanto en los usuarios como en los comercios que las implantan. Te las contamos:

1. Mayor comodidad al no tener que estar pendientes de la tarjeta, el código pin o el monedero.
2. Máxima seguridad al asociar la identificación con datos físicos personales únicos. De hecho, sería prácticamente imposible la suplantación de identidad.
3. Aumenta la tasa de conversión, gracias a su facilidad y seguridad de pago.
4. Optimiza el negocio online y todas las operaciones que se realizan en él. 
5. Elimina cualquier necesidad de tener múltiples proveedores de informes, análisis de riesgos, pasarela de pagos, etc. 
6. Supone nuevas oportunidades en el negocio online. 
7. Reduce la tasa de abandono gracias a los pagos intuitivos y la navegación sencilla. 
8. Los clientes están mucho más satisfechos.

El almacenamiento y la gestión de los datos es uno de los puntos más importantes para las empresas en la actualidad. Sobre todo, teniendo en cuenta la reciente aplicación del Reglamento General de Protección de datos (RGPD) y la normativa Estándar de Seguridad de Datos para la Industria de Tarjetas de Pago (PCI DSS), encargada de regular la gestión y el almacenamiento de los datos asociados a las tarjetas de pago de las personas.

En definitiva, los sistemas de pago invisibles simplifican el procedimiento, mejorando la experiencia del usuario. Además, disminuyen los tiempos de compra y evitan que el consumidor tenga que pasar por caja. Todo el tiempo que ahorre tu negocio al no cobrar de manera manual puedes invertirlo en mejorar la atención al cliente, con asesoramiento y experiencias únicas de compra. 

¿Estás preparado para pegar el salto a un crecimiento mayor? Ahorra tiempo en tu día a día.

La popularidad de los pagos invisibles

Los pagos contactless han sido revolución y tendencia, pero el mundo de las fintech no tiene freno. Por eso, los pagos invisibles han llegado como la novedad más popular, eliminando la necesidad de llevar efectivo o tarjetas y de pasar por caja. ¿Sabes cuánto tiempo vas a ahorrar? Para tus clientes, será el adiós definitivo a las largas colas de espera. Para ti, el impulso que estabas esperando.

Todo este proceso se encuentra sujeto a la transformación digital de las compras, una iniciativa que busca reducir los pasos de los consumidores a la hora de realizar una compra, así como a la hora de pagar.

Imagina a un cliente que está comprando en una tienda. Solo debe poner sus productos en la cesta y marcharse. El pago se realiza automáticamente cuando el cliente sale. Estas tendencias están siendo muy bien acogidas en el comercio electrónico, pero ¿qué ocurre con el comercio tradicional? 

Para eliminar toda la fricción de los pagos hace falta sumergirse en la digitalización. Si el comercio tradicional desea seguir siendo competitivo, es momento de ofrecer importantes mejoras en la manera de hacer las compras. El usuario busca sencillez, no quiere más trámites que no le aportan ningún valor. 

Di adiós a los tiempos de espera, da la bienvenida a la optimización de tu comercio. Tus clientes potenciales se decantan cada vez más por las soluciones del comercio electrónico.